Entradas

Mostrando las entradas de julio, 2020

LA LUZ INTERIOR

Imagen
El sonido estridente característico de la música rockera, no dejaba de sonar en el apartamento de Carlos. Él, acostado en la cama, carecía de pensamientos y solo respiraba por respirar. Su mirada fijada al tumbado, parecía extraviada en lúgubres recuerdos. Pero nada más que eso: recuerdos, y no tenía pensamientos acerca de los recuerdos. Una ingente cantidad de imágenes se sucedía una tras otra, mientras Carlos parecía no poder controlar aquél fenómeno. Se sentía vencido, rendido ante la avalancha de recuerdos aplastantes que carcomía su vida a cada instante. ¿Qué recordaba Carlos? ¿Qué sucedía con Carlos? ¿Por qué se encontraba así? Dos de la mañana y el miércoles ya no era miércoles. La música había terminado de sonar y Carlos, solo como siempre en su habitación, sentía hambre como nunca. Pero al igual que cualquier día, no tenía el ánimo siquiera de llevar un pedazo de pan a su boca. Y cuando, alguna vez lo hacía, ya no sentía aquél peculiar sabor de cada comida; no, nunca más. ...

COMO ARENA ENTRE LAS MANOS

Imagen
Abel Rojas Ella era una chica extremadamente hermosa ante sus ojos. La primera vez que la vio, se asombró tanto por su belleza, que se puso notoriamente nervioso, y se comportó como un niño que no sabe cómo disimular sus emociones. Era una tarde pacífica y soleada de lunes. La cita estaba programada para las tres de la tarde, pero él llegó veinte minutos atrasado. Antes de verla por primera vez, no se preocupó de nada: ni de su aspecto, ni del tema de conversación y mucho menos en llegar puntual. Después de todo, era una chica más en su vida, una más entre muchas; de modo que tomó muy a la ligera el encuentro. Todo esto, no le hizo reparar en la excusa que le iba a plantar para justificar su retraso. Al acercarse al punto de encuentro, vio una chica simpática. Intuyó que podría ser ella. No había nadie más en la pequeña y muy bien cuidada placita, lo cual le hizo pensar que, sin lugar a dudas, era ella. Mientras más se acercaba, estaba más seguro de su sospecha. El nerviosismo aumentab...

LOS JUEGOS DEL TIEMPO Y LA MEMORIA

Imagen
Carlos estaba leyendo un libro, pero se le hacía difícil concentrarse. Un centellante recuerdo vagaba libre y molestosamente al interior de su cavidad craneal: era Daniela, aquella chica que siempre le había gustado, con la que nunca había tenido la oportunidad de hablar. Eran las seis de la tarde en punto, y ella estaba en el mismo salón que él. Al principio, se encontraba completamente normal. Su único objetivo era asistir a clases y aprender algo que realmente valiera la pena. De tal modo que, su concentración estaba en el profesor, y no en Daniela. La primera sesión previa al recreo, actuó conforme a sus intenciones: atendió al profesor, tomó notas, hizo el esfuerzo de entender y asimilar lo que explicaba, e incluso formuló un par de preguntas interesantes. Pero todo eso cambió cuando llegó la hora del recreo, a media clase. Mientras terminaba de escribir una idea y dibujar un diagrama, todos comenzaron a levantarse de sus bancas, y salieron poco a poco hasta el patio, donde tenían...

HASTA EL OTRO LADO DEL SILENCIO

Imagen
Él la quería de verdad. Nunca había sentido tanto amor por nadie, sino solo por Keyla. Su corazón solo ardía para aquella mujer, a pesar de haber estado con muchas, además de ella. Keyla siempre lo supo, pero nunca tuvo el valor de encararle esa verdad. Lo amaba más que a su vida, y prefería dejar que Jason hiciera cualquier cosa, pero menos abandonarla. Miércoles despierta a las nueve de la noche. Una extraña sensación de incomodidad dominaba todo su cuerpo, que lo mantenía casi temblando en todo momento, y no dejaba de experimentar nauseas. Se mantiene en la cama por un tiempo. No quiere seguir con su vida, pero tampoco puede deshacerse de ella. Su cabeza no ha dejado de zumbar, y el oído derecho, ha alcanzado un nivel de sensibilidad extremadamente molestoso, tanto que, escuchar su simple respirar, le llegaba como un eco hasta el fondo de su cabeza. Confiado en sus sentidos, busca la cerveza que antes de dormir, había dejado sobre la mesita de noche. Estira su mano, lo mueve lentame...

LO QUE NO PUDO SER

Imagen
¿Por qué tenía que terminar así? Aun no entiendo con claridad las razones. ¡Quizá ni haya razones! Él me rogó tanto para que no lo dejara, pero no quise aceptar aquella sincera súplica. No sé por qué fui tan fría e indolente. Me arrepiento tanto de haberlo dejado ir. Lo único que tenía que hacer era aceptarlo; dejar que estuviese conmigo. Aún recuerdo sus ojos más o menos pequeños, mirándome con sorpresa y temor, después de haberle confesado que no quería verlo más. Eran claros, y brillaban reflejados con las luces de aquel callejón casi vacío. Su cabello mojado por la lluvia, estaba pegado a su rostro. Era largo y hermoso. Se veía muy lindo aquella noche. Sí, definitivamente, era tan lindo él, que me gustaba desde el primer momento que lo vi. Parecía ser un chico algo retraído. Las pocas veces que he tomado la iniciativa de dirigirle la palabra, siempre me ha respondido con la formalidad de un hombre de oficina: corto y preciso. Incluso su caminar es… no sé; no es robótico, pero guard...

COMO UNA ESTRELLA FUGAZ

Imagen
Abel Rojas Viernes siete de diciembre era un día más en la tétrica vida de Carlos. Destrozado y abatido, hacía nueve meses que su existencia había dado un vuelco total, al experimentar el suceso más atroz que jamás pensó que llegaría: la muerte de la persona que más amaba en la faz de la Tierra. El doliente, no era de las personas que gritaba su dolor a los cuatro vientos del mundo, ni se mostraba a la sociedad cuando el llanto terminaba por derribar su débil intento de mantenerse fuerte. Se recluía en el más recóndito espacio de su enorme casa, donde antaño escuchaba la voz de su hermana; voz de la que ahora solo quedaba un eco fúnebre y sombrío. Solitario y huraño, desde que murió su única compañía del mundo, había escapado de la sociedad a toda costa. No quería ver a nadie, no quería estar con nadie, no quería hablar con nadie. Sentado en la oscuridad de un rincón de la sala, o acostado en el piso del patio mirando las estrellas por largas horas, se rasgaba la vestidura, chocaba su ...